La RAE define la felicidad como:

  1. Estado de grata satisfacción espiritual y física.
  2. Persona, situación, objeto o conjunto de ellos que contribuyen a hacer feliz.
  3. Ausencia de inconvenientes o tropiezos.

 

Ya que este concepto es tan amplio, sería conveniente intentar realizar el nivel de satisfacción personal que experimentamos con las actividades que realizamos diariamente. En este texto vamos a desmentir algunos mitos sobre la felicidad y a proponer pequeños trucos para afrontar nuestra rutina de una manera más positiva.

 

Falsas creencias sobre la felicidad.

 

Muchas personas atribuyen la felicidad a una fuerza externa e incontrolable, como si el azar fuera el dueño de sus vidas. Es necesario que seamos conscientes de que la felicidad no depende solo de la predisposición genética, existe una parte ambiental que no podemos controlar y nos influirá, como el lugar donde hayamos nacido, la educación recibida… sin embargo, no hay que olvidar que nuestros hábitos diarios de actuación y pensamientos son un factor muy importante que determina nuestra manera de vivir.

 

Hemos de concienciarnos de que somos dueños de nuestras acciones y que todas ellas tienen consecuencias. Son muchas las personas que se lamentan constantemente de su malña suerte, por tanto, no consiguen hacer una correcta atribución de las circunstancias que le rodean y no pueden cambiar hábitos que le están perjudicando enormemente. Sería conveniente tomar l control de nuestra vida e intentar dirigir nuestro propio camino de una manera consciente.

 

Psicología positiva.

 

La psicología positiva es una rama de la psicología que se ocupa del estudio de las cualidades y características positivas del ser humano, intenta fomentar y potenciar las capacidades individuales y así conseguir que la persona adquiera mayor bienestar.

 

Trucos para mejorar el estado de ánimo.

 

A continuación, vamos a proponer algunos trucos para mejorar el estado de ánimo e intentar alcanzar un mayor bienestar diario.

 

  1. Establece objetivos y recompensas. Es bueno que planifiquemos de alguna manera nuestro día, sobre todo si tenemos muchas tareas pendientes para no olvidar ninguna. Lo óptimo sería hacer un plan semanal donde establezcamos nuestros objetivos y proponer alguna recompensa si cumplimos los mismos.
  2. Realiza hábitos de vida saludables. Llevar una buena alimentación y hacer ejercicio. Es muy recomendable comer de una manera adecuada ya que esto influirá en nuestro ánimo diario. Con el ejercicio conseguimos sentirnos mejor físicamente y nos aporta energía y bienestar.
  3. Apuntar en una frase algo bonito de tu vida. (Sonja Lyubomirsky). En tu vida habrá muchas cosas positivas pero, en ocasiones quedan en un segundo plano debido a la importancia que le otorgamos a los problemas. Por tanto, escribir una frase de algo positivo nos puede ayudar a recordar todas aquellas cosas por las que somos afortunados y debemos sentirnos orgullosos.
  4. Identificar o crear aquellas situaciones en las que disfrutamos e intentar realizarlas de manera habitual. En algunas ocasiones no identificamos estas situaciones y por el estrés diario dejamos de realizarlas.
  5. Libérate del estrés, aunque sea unas horas. Reserva algún momento del día para ti mismo, para pensar y estar tranquilo. También puedes realizar algún ejercicio de relajación e intentar desconectar durante este tiempo.
  6. Contar un chiste sobre tu tragedia. (Albert Ellis). Transformar algo negativo contándolo en forma de chiste nos puede ayudar a quitarle gravedad al asunto y darnos cuenta de que no tiene tanta importancia. En ocasiones, puede ser difícil transformar un suceso negativo en un chiste pero siempre es conveniente contarlo a alguien de confianza porque el simple hecho de expresarlo nos ayudará a gestionarlo de otra manera.
  7. Compromiso creativo. (Albert Ellis). Consiste en implicarse en un proyecto ajeno a ti mismo. Albert Ellis en su terapia racional emotiva argumenta que las personas se sientes más felices cuando están implicadas en algún proyecto, por ejemplo, formar parte de un grupo de teatro, participar en una asociación u ONG, entre otros.
  8. Ser flexibles. (Albert Ellis). Evitar establecer reglas rígidas e inalterables en nuestra vida. Intentar estar abierto al cambio.